Cuatro horas por semana durante siete semanas
Lunes y jueves, de 5:30 a 7:30 pm
Del 10 de junio al 25 de julio de 2019
Restaurante Taniperla
Felipe Flores #12
Esquina, con Benito Juárez, Zona Centro
San Cristóbal de las Casas, Chiapas
Por Alejandro Reyes
Ésta es la segunda edición de este taller, que realizamos por primera vez en enero y febrero de 2018. De la primera edición del taller nació la antología Encrucijadas: Cuentos desde el dolor, con obras de lxs autorxs que participaron en él, y que se presentó públicamente el 14 de julio de 2018 en La Galería de Kiki Suárez, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Escribir desde el dolor
Ejercitamos aquí el arte de escribir desde el dolor. Desde lo más íntimo, desde lo que nos cuesta mirar, lo que nos cuesta compartir.
¿Por qué desde el dolor? Porque la literatura nos permite transformar ese dolor. Al ficcionalizar nuestros dolores, podemos hablar de cosas que de otro modo nos sería difícil compartir, pues el lector no sabe qué es ficción, qué es confesión… y qué es ambas cosas al mismo tiempo.
Hurgar en nuestros lados oscuros y crear obras con ellos nos permite, por un lado, entenderlos mejor y librarnos de por lo menos parte de su peso. Por otro lado, al transformarlos en arte, se vuelven una ventana para mirar de cerca aspectos esenciales de nuestra condición humana.
Primo Levi, que sobrevivió al campo de exterminio de Auschwitz en 1944-1945, y que escribió uno de los libros más extraordinarios sobre el Holocausto (Si esto es un hombre), dice en el prefacio de ese libro: “La necesidad de hablar a ‘los demás’, de hacer que ‘los demás’ supiesen, había asumido entre nosotros, antes de nuestra liberación y después de ella, el carácter de un impulso inmediato y violento, hasta el punto de que rivalizaba con nuestras demás necesidades más elementales; este libro lo escribí para satisfacer esta necesidad, en primer lugar, por lo tanto, como una liberación interior”. Al mismo tiempo, su obra y la de muchos otros nos han ayudado a entender (y a cuestionarnos) qué es el ser humano.
Escribir en las encrucijadas
Son las encrucijadas lo que nos obligan a mirarnos, y a mirar a nuestro mundo, de nuevas formas. Es en la indecisión de las encrucijadas donde está la riqueza de la vida. Ante las muchas posibilidades que encontramos en el jardín de los senderos que se bifurcan, sólo uno podemos escoger. No así en la literatura. Ahí está la magia del escribir: permitirnos explorar la infinidad de caminos posibles en el laberinto de la vida.
En Cuba, en Brasil, en la África negra de tradición nagó, el señor de las encrucijadas es Exu/Elegguá, que es también el dios de la comunicación. Es él quien lleva los mensajes de los humanos a los orichas, quien los llama para que vengan a danzar entre nosotros. Pero, a pesar de ser el dios de la comunicación (o por causa de ello), es también el dios de la paradoja, el que habla por medio de enigmas. “Cuando Exu se sienta”, dice la leyenda, “su cabeza toca el techo; cuando se levanta, es más pequeño que una hormiga”.Y dice también: “Exu mata un pájaro ayer con una piedra que lanza hoy”.
En las encrucijadas, en la indefinición de los senderos que se bifurcan, Exu/Elegguá nos hace pensar.
